domingo, 21 de noviembre de 2010

Michael Ende

Michael Ende (1929-1995)

Los primeros recuerdos que tengo de un libro en mis manos se lo debo a él. Hasta entonces me encantaba leer cuentos clásicos y había intentado disfrutar con algunos libros de Barco de Vapor "del color que me tocaba por la edad". Entonces fue cuando me regalaron "Jim Botón y Lucas el maquinista". Solo os puedo decir que comienza con una pequeñísima isla cuyos habitantes reciben un extraño paquete...y hasta aquí puedo contar.
Seguramente lo conocéis también por "La historia interminable" o "Momo", en mi opinión dos magnificas novelas de ficción.
Es en Jim Botón y Lucas el maquinista donde conocí a Emma, la locomotora, la cual rememoré ya en mi edad adula en "La Torre oscura" de Stephen King". En esta novela podréis encontrar fabulosos personajes envueltos en extravagantes aventuras llenas de ironía blanca e inteligente. Uno de ellos es el gigante aparente.

Tur tur, que es así como se llama, es un hombre como podemos ser tú o yo, pero
con una extraña peculiaridad.  Nosotros, al alejarnos, nos hacemos más y más pequeños, hasta el punto que podemos llegar a parecer del tamaño de una hormiga. El caso de Tur tur es a la inversa. Él parece y repito, parece, cada vez más grande cuanto más se aleja, de manera que puede llegar a tocar las nubes con su cabeza, aparentemente, claro. A priori podemos pensar que es una capacidad incluso divertida pero detrás de este personaje se esconde un verdadero drama. Imaginaros la soledad de este pobre hombre, nadie se atrevía a acercarse a él, era un gigante!!
Ahora puedo disfrutar de nuevo con la lectura de este libro, esta vez en voz alta y con dos oyentes de lujo, Paula y Alan. Cada capítulo es para mí como un huevo de chocolate con una sorpresa dentro. Los personajes vuelven a cobrar vida pero yo ya no soy aquella niña..., si entonces me fascinó ahora lo hace aún más.
Es por esto que hoy os hablo de él.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Un nuevo hogar

Últimamente lo nuevo a inundado todos los aspectos de mi vida. Pero este adjetivo, no seria del todo preciso para calificar mi situación si soy del todo sincera.
En las diferentes estancias de mi pensamiento he ido construyendo diferentes estructuras con figuras geométricas. En una una catedral, en otra tres casitas a la cual más bonita y en otra un castillo con foso y todo. Es curioso el proceso creativo y la sensación de gozo cuando los resultados cumplen ampliamente las expectativas ( incluso cuando has tenido que utilizar las piezas de otro juego incompleto ya olvidado).
Creo que es la mejor manera que puedo encontrar para explicaros mi situación. Hoy, doy otro paso con este blog. En el pretendo almacenar mis tesoros literarios y los nuevos por descubrir, una pequeña estancia en la que encontrarnos para construir juntos nuevos castillos para quien quiera jugar con ellos.